lunes, 7 de septiembre de 2015

TDAH y comorbilidad: La dislexia.



Iniciamos una sección en el blog en la que hablaremos de los trastornos más comúnmente asociados al TDAH. Daremos información sobre los mismos y mencionaremos lo que supone su relación con la hiperactividad. 

¿Qué es la dislexia? 

Podemos definir a la dislexia como una serie de dificultades de aprendizaje de la lectura no atribuibles a déficits intelectuales, sensoriales ni socioculturales y que aparecen después de los 7 años. 



Cuando hablamos de dislexia hablamos casi exclusivamente de la decodificación y reconocimiento de las palabras. La lecto-escritura es un proceso muy complejo en el cual intervienen muchas zonas de nuestro cerebro de manera conjunta, poniendo en funcionamiento una serie de procesos automatizados.  Para hacernos una idea general explicaremos algunos de ellos:  


  •       La vía indirecta: es el proceso mediante el cual descomponemos las palabras sílaba a sílaba. Lo utilizamos cada vez que leemos una palabra nueva o poco familiar,  como por ejemplo chirinola. Con este proceso, nuestro cerebro separa automáticamente la palabra chi-ri-no-la en sílabas o golpes de voz manteniéndola en nuestra memoria auditiva.
  •        La vía directa: es el proceso mediante el cual reconocemos y automatizamos las palabras en un golpe de vista. Lo utilizamos para leer las palabras conocidas y familiares. Gracias a este proceso podemos realizar una lectura rápida y fluida sin tener que pararnos a analizar todas y cada una de las palabras.
  •        La lateralización: más que un proceso esto es una referencia que adquirimos en nuestra infancia gracias a que presentamos una mano dominante. La diferenciación ente derecha e izquierda nos servirá para orientarnos en el espacio y será fundamental para auto-representarnos y reconocer la posición de nuestro propio cuerpo y de otros objetos. 

En la dislexia generalmente están alterados alguno de estos procesos, o varios. Lo que da origen a diferentes tipos de trastorno que han de ser cuidadosamente diagnosticados,  algunos de ellos son:

  •       La dislexia fonológica: ocurre cuando está alterada la vía indirecta. Normalmente la persona leerá razonablemente rápido las palabras que conoce, pero le costará enormemente representarse fonológicamente palabras nuevas.
  •        La dislexia visual: ocurre cuando está alterada principalmente la vía directa haciendo que la lectura sea lenta e infructuosa ya que la persona parece no retener palabras conocidas y tiene que analizarlas una por una.
  •        Dislexia mixta: se da cuando se combinan alteraciones en las vías directa e indirecta.
  •        Dislexia viso-espacial: tiene lugar cuando hay confusiones en la discriminación visual de fonemas como por ejemplo p b. 
 Cada tipo de dislexia será trabajada de forma personalizada, dotando a la persona de estrategias compensatorias eficientes que le permitan mejorar sus procesos lectores. 

La dislexia y el TDAH.  

El TDAH presenta una comorbilidad de aproximadamente un 40% de trastornos del aprendizaje. Uno de los más comunes es la dislexia. Algunas investigaciones sugieren que ambos trastornos comparten un bajo nivel de procesamiento de la información y que pudiera haber factores genéticos comunes entre ambos relacionados en este aspecto.  Sin embargo las diferencias entre ambos trastornos son claras: el TDAH es un trastorno del rendimiento ejecutivo y la dislexia es un trastorno de la lecto-escritura exclusivamente. 

Lo que sí sabemos es que la dislexia cuando se presenta junto al TDAH eleva gravemente el riesgo de inadaptación escolar hacia el sistema educativo, especialmente si este está basado principalmente en el aprendizaje lecto- escritor y en la realización de tareas sin significado para el alumnado, en lugar de,  en el desarrollo de competencias y habilidades que pongan en práctica los contenidos a desarrollar. 

Las personas con Dislexia/TDAH  tienen muchas papeletas para sufrir falta de autoestima, ansiedad, frustración y enfado al darse cuenta de que tardan más que el resto en terminar una tarea. Todo esto puede allanar el camino a futuros trastornos de conducta o emocionales. A pesar de todo, también se conocen casos de personas que han sido capaces de superar ambos trastornos y alcanzar una plena adaptación. Un tratamiento a tiempo, unido a una conciencia favorable del trastorno por parte de la persona y su familia pueden augurar un buen pronóstico. 

Pautas metodológicas favorecedoras. 



A parte de una minuciosa evaluación psicopedagógica que proporcione los apoyos más precisos y certeros para las necesidades que pueda presentar cada persona, las pautas metodológicas más destacables para favorecer la inclusión de las personas disléxicas son las siguientes: 

  •          Utilizar información verbal y visual simultáneamente tanto como sea posible. Usando todos los recursos visuales disponibles.
  •         Introducir todas las posibles palabras nuevas en la pizarra antes de iniciar un tema y destacar las más significativas.
  •          Realizar más actividades manipulativas en lugar de ejercicios memorísticos.
  •          Fomentar técnicas de aprendizaje en parejas o pequeños grupos que fomenten la enseñanza tutorada entre iguales.
  •          Situar a la persona cerca del docente para poder dar más apoyo en caso de que sea necesario.
  •         Mostrar públicamente las realizaciones bien hechas para favorecer la auto-estima.
  •         Evitar la exposición a leer en público.
  •         Adaptar la evaluación realizando más pruebas orales y/o dar más tiempo en las pruebas escritas.

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